Hace un par de días finalizó el Taller «La búsqueda de empleo en la red y las entrevistas online» que he impartido en el Programa Reinnovate 2021 de la Agencia de Innovación y Desarrollo Económico del Ayuntamiento de Valladolid. En mayo impartí el Taller «Prepárate para encontrar empleo: Procesos, herramientas y habilidades», también del mismo programa y ambos en formato online.
De esa docencia y del contacto (virtual) con los participantes, he extraído alguna conclusión que quizá sea de utilidad a aquellas personas que están buscando empleo o se planteen mejorar el que tienen en este momento.
Obviando la mayoritaria preferencia de los participantes por la formación presencial, me han llamado la atención otros aspectos. El perfil de los inscritos era bastante variado tanto en edad, como en estudios o situación laboral, aunque la mayoría entraría en una franja de edad entre los treinta y los cincuenta. Apenas había personas menores de 25 años, lo que me ha llamado la atención. O bien ese colectivo está suficientemente preparado en competencias para la búsqueda de empleo o cree que lo está y por eso no participa en acciones como estas. Una tercera opción, aplicable también al resto de perfiles, es que la información sobre el programa y sus actuaciones no haya llegado a todos los potenciales destinatarios y destinatarias.
El objetivo global de ambos talleres, así como del programa, es facilitar herramientas y conocimientos básicos para enfrentarse a la búsqueda de empleo con éxito. En el segundo se profundizaba más en el actual entorno del empleo 3.0, con las exigencias que entraña de implicación e imprescindible proactividad de los y las buscadores de empleo.
Lo que destacaría, especialmente en este último taller, es que una parte importante de los participantes desconocía conceptos como la marca personal o herramientas como el CV 2.0 o el videocurrículum. Tampoco eran mayoría los que estaban al corriente de la importancia de Linkedin como recurso y de las habilidades necesarias para utilizar dicha red social con una cierta ventaja a su favor.
Como prueba de ello expongo algunos comentarios del foro del taller que lo demuestran. Hablando de la marca personal: «Para mi es un concepto nuevo pero mi opinión no es muy fiable ya que para mi todo es nuevo, no solo la marca personal. Yo si que lo veo más indicado para empresas pero entiendo que también las personas que buscamos trabajo nos tenemos que vender de la mejor manera posible» o «Para mí es un concepto que tengo que trabajar porque nunca se me ha dado bien eso de «venderme» pero está a la orden del día que todos los métodos tradicionales de búsqueda de empleo y reclutamiento se van quedando un poco atrás y se va dando paso a otros». Con respecto al videocurrículum: «Puede ser un instrumento estupendo. Estoy pensando en poderlo incluir en páginas como Randstat. Veo difícil grabar uno sin ayuda. Yo lo único que he hecho es grabar varios elevator pitch y no me han salido bien» o «Mi reflexión es que no solo puede ser necesario crear uno, sino que además hay que ser muy creativo para llamar la atención porque en caso contrario, como siempre, eres uno más entre miles. Conclusión, se necesita tener un control mínimo de herramientas para su creación y esto nos lleva a que hay que estar al día, leyendo, formándose continuamente; y sobre todo tener curiosidad por todos los avances digitales que podamos aplicar para mejorar nuestro posicionamiento, marca personal, CV, etc.» Esta última reflexión considero que justifica suficientemente mis siguientes apreciaciones.
A pesar de que el entorno laboral se halla en un cambio continuo y acelerado, todavía hay muchas personas que no cuentan con las competencias adecuadas para adaptarse a ello y, lo que es peor, colectivos que están entre los más afectados por el desempleo no mantienen una actitud de vigilancia y mejora continua para hacerle frente.
Se habla mucho de la formación a lo largo de toda la vida como una necesidad básica para la empleabilidad, pero da la sensación de que todavía podemos encontrar personas que no consideran la mejora de sus competencias para la búsqueda de empleo como una parte de esa formación y siguen utilizando recursos y herramientas cada vez más obsoletos.
Uno nunca sabe cuando tendrá que utilizarlas, pero en un mundo fluido donde los tiempos de permanencia en la misma organización son cada vez menores, es imprescindible mantener las competencias para la inserción o mejora laboral siempre al día.
Creo que las administraciones y las instituciones no deben dar por supuesto que la mayoría de la población domina esas técnicas y herramientas y seguir apostando por líneas de apoyo híbridas de formación y asesoramiento personalizado a disposición de quien las necesite. Jamás serán recursos malgastados.
Espero tus comentarios.
Bartolomé Zuzama
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